Globalizar la Globalización

El auge de la información y las telecomunicaciones, la instantaneidad de los espacios financieros, la transnacionalización del capital y la composición mayoritariamente extranjera de cualquier producto final, así como la apertura internacional de los mercados y la masiva circulación de la fuerza de trabajo, son fruto de la cantidad de adelantos científico tecnológicos de los cuales resulta imposible retroceder, generando un movimiento del cual la Venezuela de hoy no puede sustraerse.

Por tal motivo se concibe a la globalización como un marco universal de referencia para la organización social de nuestros días.

La desaparición de las fronteras para la actividad productiva y el comercio, implica potencialmente la explosión de las estructuras jurídicas y culturales de las naciones modernas.

Las fronteras nacionales desaparecen gradualmente, si pero hasta hoy no se ha hallado una convención ideológica y legal contenedora de identidades y garante de derechos comparable a la ciudadania nacional. ¿Quien cumplirá ese rol tras la desaparición del Estado Nación ?

El mundo contemporaneo se globaliza al tiempo que las ideas recibidas de la modernidad no encuentran referencias en sociedades civiles y políticas que se fragmentan aceleradamente. Pero tal globalización de los mercados y de las redes comerciales no globaliza la justicia ni el bienestar, solo se globaliza para unos pocos.

El desafío de las fuerzas progresistas es globalizar la globalización. Implica en primer lugar responder a dos interrogantes. ¿Quienes controlan los procesos globalizadores y quienes tienen acceso a sus beneficios. Si la respuesta continua siendo la exclusión de cuatro quintas partes de la población del planeta, la globalización implicaría un futuro de pesadilla creciente.

Globalizar la globalización implica extender las ventajas y los efectos benéficos de sus adelantos técnicos a las grandes mayorías.